Cuando realizas algo, ejecutas alguna acción o te mueves de un lugar a otro, siempre estás creando la atención en la gente, inevitablemente te estarán mirando, y ¿qué es lo primero que hacen?, nada más y nada menos que hablar de ti, sea bien o mal, pero hablaran. O mejor dicho te criticarán por lo que has hecho y lo que has dejado de hacer. En tu día a día te encontrarás con todas esas críticas que de cierta forma impactan en tu autoestima en un área que se llama el “El Yo” y el YO es aquella dimensión de ti, con la cual tienes conciencia de ti mismo.
El Yo (Ego) es aquel estampado que le pones a las cosas, por ejemplo, si se le pregunta a alguien ¿quien eres? Habrán personas que responderán por su profesión, “soy médico” otras responderán por lo que tienen; soy propietario de una Transnacional, otras responden por su nombre. Hay muchas maneras por responder a esa pregunta ¿quién eres? Pero esta pregunta en su principal fundamento, se estructura a partir de ¿qué eres? a pesar de que te quiten todo lo que tienes. Me explico: qué eres tu si te quitan tu casa, tu carro, tus inversiones, si te quitan tu título universitario, si te quitan incluso tu nombre, eso que queda eso eres TU. En realidad, el resto de cosas son adornos, con los cuales te apegas.
Fíjense una cosa impactante que viví hace poco en un banco, iba a depositar un dinero en un día de quincena, y se deben de imaginar la multitud de gente que había. Estaban dos colas una de titulares y la otra no titulares. La de titulares estaba full y la otra poca gente. Llegó un momento que ya no había nadie en la de no titulares, en cuanto el cajero comenzó a llamar a la gente de la otra cola. Cuando eso, salen corriendo un motorizado y un señor con saco y corbata. De repente, el motorizado brinca la cinta divisora y le dice el señor de traje; “este mundo es de los que son pilas” y en eso llega el señor le hace señas el cajero y le muestra un carnet que identificaba que era dueño de algún comercio o empresario por lo que daba a conocer. Y el cajero hace pasar al señor primero. Luego el señor le dice al motorizado; “este mundo no es para lo que son pilas es para lo que tenemos dinero… fin de la historia.
Para que me sirve esta historia es para explicarles que si tú estás pegado a tus posesiones, tu Ego se empieza a fijarse en cosas que no le pertenecen, les doy otro ejemplo: Un amigo de la Universidad me dijo que su novia se iba a estudiar Marketing en EEUU, y que se ella se iba no podía vivir sin ella, y la perdería por siempre. Y me preguntaba ¿qué hago? No puedo contemplar la vida sin ella, no puedo vivir así. Como ven su Ego se fijó en ciertas personas o a ciertas posesiones, y creen que hacen parte a sí mismo. Esto es una ilusión del Ego.
Cuando empezamos a apegarnos en las cosas comienza a surgir algo que se llama el “Apego y la Posesión”, y allí es cuando las cosas se empiezan a ir y empezamos a generar angustias porque de repente las cosas se nos van o porque empezamos a perder las cosas porque no funcionan como nosotros deberíamos pensar que funcionen. Entonces lo que queremos ver es que dentro de esos propósitos que se planteen es la inmunidad a las críticas.
Al concientizar esto, tus pensamientos y emociones te dan un sentido de identidad. Te describes diciendo “soy así”, y al pensar que eres ideas y emociones, les das vida como si fueran tu verdad verdadera. Esas creencias sobre ti, la manera como te describes, todo lo que consideras ser y que defiendes a capa y espada, es lo que denominamos en el marco espiritual el “Ego”. En palabras de Eckhart Tolle autor del Libro “El Poder Del Ahora”, dice: El ego es una personalidad conceptual que creamos y con la cual desarrollamos una relación como si fuera algo real, como si fuésemos nosotros. Es un “yo externo” que confundimos con nuestro verdadero Ser.
Todo el sufrimiento humano se basa en esa personalidad conceptual, en ideas como: “soy importante” “no deberían tratarme así”, “la gente debería cambiar”, “la vida es difícil”, “la gente es mala”, etc. Desde esos conceptos (sólo son eso) desplegamos emociones y acciones.
Recordemos que no debemos identificarnos con un mundo ficticio, falso, irreal, como el mundo de los pensamientos y de la mente. Es necesario sentir la experiencia de la vida, desde el cuerpo, sin ponerle a todo una etiqueta, Salgamos de la mente, aprendamos a tener experiencias más directas más allá de los conceptos. Vivamos más el momento actual, y los problemas se reducirán, se resolverán o dejarán de afectarnos. Esto sucede pues vaciamos la vida de la ficción, de las interpretaciones que producen u ocasionan dolor. No somos un Ego, somos una conciencia unida a todo lo que nos rodea. Lo sabían los antiguos en Grecia y Roma y lo sabe ahora la ciencia física más reciente. Y esa conciencia, debe decirse, es lo más cercano que tenemos a la felicidad.
Es todo por el momento.
Se le quiere,
Miguelangel.
2 comentarios:
Eso es muy cierto,muchas veces por estar pendiente de las cosas material, hechas a un lado cosas que si lo son como lo es tu familia, o simplemente las personas que te aman e inconcientemente alguna vez en la vida se pasa por eso, y yo la lo pase............
Hola….
Wao, muy interesante.. De verdad que está muy bueno, te felicito nuevamente… Excelente... Totalmente de acuerdo; siempre seremos nosotros mismos, hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos. Lo que permanece son nuestros valores como ser humano, lo material desaparece… Realmente lo vivimos día a día, en cualquier lugar..
En la espera del próximo, que debe ser interesante, ya que me sorprendes..
Publicar un comentario