lunes, 2 de agosto de 2010

COMPLEJO DE SUPERIORIDAD



Hola a todos, 


Hoy me levanté bien temprano para atacar este tema que tenía pendiente por redactar, y les cuento que la mayoría de las personas vivimos rodeados de un mundo lleno de intriga, pecado, falsedad y pese a que nuestra ciudadanía es celestial estamos expuestos a que en un momento determinado el enemigo nos engañe con su astucia y no nos permita alcanzar lo que tanto buscamos. 

Una de las situaciones que las personas enfrentan a diario son los complejos, esos modelos de pensamiento sobre nosotros mismos que no nos permiten avanzar y que muchas veces nos privan de realizar nuestras metas y propósito de vida.

¿Alguna vez has tenido un complejo?, quizás sí o a lo mejor no, pero todos en algún momento determinado de nuestra vida, ya sea en la infancia, adolescencia, juventud y hasta en la adultez hemos a lo mejor padecido de algún complejo. 

DEFINAMOS, ¿A QUE SE LE LLAMA COMPLEJO?:

• Combinación de ideas, tendencias y emociones inconscientes y generalmente adquiridas durante la infancia, que influyen en la personalidad y conducta de un individuo. 
• Conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento.

Este término fue introducido por el psiquíatra suizo Carl Jung para designar un conjunto de deseos y recuerdos, en gran medida inconscientes, que ejerce una influencia dominante sobre la personalidad del individuo. 

En mis propias palabras complejo es todo aquel “modelo de pensamiento negativo en mi mente que no me permite desarrollarme con libertad en mi vida diaria y que como consecuencia no me permite lograr muchos planes de vida.

¿Pero el ser acomplejado, o vivir con complejo, es sentirse todo el tiempo mal?, pues les cuento que hay personas que están o se sienten completamente feliz con sus complejos, haciendo sus tareas diarias de manera esplendida y mucho más disfrutan con hacer sentir a los demás por debajo de ellos, manifestándose de forma elevada, enaltecida, queriéndoles comunicar poder y autoridad.

Estas personas andan todo el día, elevándose y mostrándose que son mejores que los demás, con una actitud de supremacía, como si nunca hubiesen tenido zapatos de plomo para pisar tierra y ponerse a nivel del otro. 

Quizás estos personajes los hayas encontrado en tu colegio, universidad, trabajo o en tu zona residencial o en la misma calle, muchas veces dan la impresión de ser líderes y tal vez, muchos lo son pero el tema está en cómo lo asumen y lo enfrentan en la sociedad. 

Aunque es común que las personas quieran tener una buena vida, pueden darse circunstancias que nos afecten emocionalmente y generen en nosotros formas de comportamiento inadecuado. Uno de esos, es el que se conoce como el Complejo de Superioridad. 

Me comenta una amiga que no sabe si tiene el complejo de superioridad o inferioridad, porque muchas veces en su oficina les surge las interrogantes como:

Yo sólo quiero hacer bien mi trabajo y no sé porqué tengo la sensación de que la compañera se cree que voy a usurpar su puesto... ¿será que mi autoestima va siempre un paso más allá que yo?, ¿será que me creo la última coca cola del desierto?... O quizás todo lo contrario... ¿será que me creo Dios para querer estar en todos los lados y querer abarcarlo todo?... 

Conforme a estas preguntas, existe un proceso de desarrollo de la personalidad, es común que nos enfrentemos con situaciones que nos afectan positiva y negativamente. Existen casos en los cuales se combinan ciertas vulnerabilidades innatas, con experiencias críticas de difícil manejo, y terminan por afectar nuestra manera de pensar, sentir, y actuar. 

Mientras unos se sienten indignos de algo poderoso, o menores que otros, hay ciertas personas que padecen de complejos de superioridad, creen que no hay mejores que ellos y que todos los demás nunca lo podrán superar. Estas personas tienden a presentarse en personas que han padecido rechazos, burlas y maltratos de diverso tipo.

Un ejemplo de ello, es aquel personaje Bíblico que se creyó superior fue “Nabucodonosor II”, el cual creyó que por su mano poderosa y su gran capacidad para dirigir su reino había alcanzado todo lo que tenia, desde ese mismo momento Dios lo humilló a tal punto que según relata la Biblia comía hierba como los bueyes. 

Tienes que entender algo, la vida te ha dotado de capacidades especiales para llevar a cabo alguna misión en tu vida, pero eso no quiere decir que veas de menos a los demás, pueda ser que tú seas de gran bendición para tu entorno, pero tampoco quiere decir que el día que tú no estés, ese pequeño mundo se terminará. Debes saber sobrellevar las virtudes que tienes de la mano con la humildad.

Como diría nuestro apreciado amigo Oscar Wilde: “Debemos ser modestos recordando que los demás son inferiores a nosotros”.

Por esa razón te invito a que jamás menosprecies a alguien, no importa su estado físico, económico, social o espiritual, recuerda que todos somos seres iguales… 

Hasta la próxima!
Se les quiere,
Miguelangel.

1 comentario:

Carmen Amelia dijo...

Excelente! muy reflexivo para todos los miembros de tu blog, considero que no debemos subestimar a nadie y aceptar a la gente tal y como es, forrarnos en piel de foca para que no nos afecte nada.

A su vez debemos hacernos instrospecciones a ver si estamos cayendo en estas conductas.

Gracias por compartir este articulo