Hoy 31 de diciembre, culmina un ano en que todos les decimos adios, no solamente nos despedimos, sino también agradecemos todo lo que vivimos durante ese ano. Tal vez por eso, no ponemos un poco introspectivos, nos llenamos de recuerdos, bien sean buenos, malos, regulares, turbulentos y serenos. También nos cargamos un poco de sentimiento de culpa en no haber poder cumplido todas la metas.
En contraste a lo mencionado, nos decimos, que el próximo ano será diferente y que esta vez si vamos a cumplir todo con éxito y nos programamos con un una lista grande de propósitos.
Hoy quiero compartir una manera de hacer todo esto diferente y que particularmente me ha dado buenos resultados, al momento de revisar lo que
me propuse lo estoy logrando y a su vez impulsandome sin ansiedad y sin estrés.
Principalmente establece 2 ó 3 propósitos para el ano.
Luego trabaja en esta serie de pasos:
1.- Conéctate con tu propósito.
Introducele pasión, hazlo parte de ti, sientelo, vívelo, conviertelo en tu hábito, así como desayunar todas las mananas.
2.- Crea tareas sobre los propositos
Comprate una libreta para anotar las actividades que van entrelazados a tus objetivos, es decír, crea una lista de tareas que alimentan a esos 2 Ó 3 propósitos.
2.- Enfócate en el resultado que deseas lograr.
No saber hacia adonde vamos nos desgasta. La acción sin propósito y dirección es pérdida de energía. Todo comienza con tener clara la visión del resultado que deseas lograr. Las personas de éxito tienen un hábito en común: orientan su actuar en función de resultados. Siempre tienen una respuesta clara en relación a qué quieren lograr. Esta visión te proporciona el enfoque necesario para concentrar tu tiempo y acciones en el logro de sus metas.
No saber hacia adonde vamos nos desgasta. La acción sin propósito y dirección es pérdida de energía. Todo comienza con tener clara la visión del resultado que deseas lograr. Las personas de éxito tienen un hábito en común: orientan su actuar en función de resultados. Siempre tienen una respuesta clara en relación a qué quieren lograr. Esta visión te proporciona el enfoque necesario para concentrar tu tiempo y acciones en el logro de sus metas.
3. Encuentra tus “yo puedo”.
Es posible que no puedas hacer o lograr lo que
quieres en el momento que lo estás deseando. Pero siempre puedes hacer
algo, algo solo algo para completar esa tarea del día.
4. Muévete de manera diferente .
¿Qué es primero: el huevo o la gallina? Lo mismo podemos preguntarnos sobre la energía y el movimiento. Obviamente necesitamos de energía para producir movimiento. A la vez, el movimiento por sí mismo es un generador de energía. ¿No te quedas a veces esperando a que surja tu sensación de vitalidad para ponerte en acción? En la práctica, muy factiblemente, lo que necesitas es ponerte en movimiento, en acción física, para movilizar tu energía y hacerla subir. Tu nivel de energía está directamente relacionado a la manera como te mueves.
4. Muévete de manera diferente .
¿Qué es primero: el huevo o la gallina? Lo mismo podemos preguntarnos sobre la energía y el movimiento. Obviamente necesitamos de energía para producir movimiento. A la vez, el movimiento por sí mismo es un generador de energía. ¿No te quedas a veces esperando a que surja tu sensación de vitalidad para ponerte en acción? En la práctica, muy factiblemente, lo que necesitas es ponerte en movimiento, en acción física, para movilizar tu energía y hacerla subir. Tu nivel de energía está directamente relacionado a la manera como te mueves.
¿Te falta
energía? Significa que te falta movimiento. No esperes a tenerla para
ponerte en acción. como lo dicen en el baloncesto americano "NBA ACTION".
5. Haz que tu repiración sea diferente en tu día a día.
Una de las primeras respuestas fisiológicas que cambia cuando tu emocionalidad se transforma es la respiración. Por ejemplo, cuando comienzas a estresarte tu respirar se tensa y se hace cada vez menos profundo. Cuando te excitas… bueno, ya sabes. Cuando necesites inyectarte energía instantánea, emplea el principio de cambiar el cuerpo para influir sobre tu emocionalidad al respirar diferente de manera deliberada.
Oxigena tu cuerpo respirando profundamente, ejercitándote o haciendo el amor y llénate de vitalidad. No en vano para muchas filosofías y sistemas de vida oriental, la respiración es tu conexión con la energía del universo.
5. Haz que tu repiración sea diferente en tu día a día.
Una de las primeras respuestas fisiológicas que cambia cuando tu emocionalidad se transforma es la respiración. Por ejemplo, cuando comienzas a estresarte tu respirar se tensa y se hace cada vez menos profundo. Cuando te excitas… bueno, ya sabes. Cuando necesites inyectarte energía instantánea, emplea el principio de cambiar el cuerpo para influir sobre tu emocionalidad al respirar diferente de manera deliberada.
Oxigena tu cuerpo respirando profundamente, ejercitándote o haciendo el amor y llénate de vitalidad. No en vano para muchas filosofías y sistemas de vida oriental, la respiración es tu conexión con la energía del universo.
6. Medita.
Medita, si medita, no estoy hablando de rezar u orar a un ser adorado, estoy hablando de la meditación como forma de vida, ésta es una excelente manera de cuidar y potenciar tu energía. Cuando aprendí a meditar, comencé a verificar algo que ya había leído: necesitaba menos horas de sueño. La meditación nos recarga y en muchos casos, nos ayuda a liberarnos de aquello que está bloqueando nuestra energía.
Medita, si medita, no estoy hablando de rezar u orar a un ser adorado, estoy hablando de la meditación como forma de vida, ésta es una excelente manera de cuidar y potenciar tu energía. Cuando aprendí a meditar, comencé a verificar algo que ya había leído: necesitaba menos horas de sueño. La meditación nos recarga y en muchos casos, nos ayuda a liberarnos de aquello que está bloqueando nuestra energía.
7. Haz ejercicio físico.
No estoy hablando que te mates en un gimnasio todos los días sin descansar, solo con caminar, trotar o poner el cuerpo en movimiento a diario estás haciendo ejercicios, tan simple como ir a comprar el periódico de la esquina o ir a comprar pan a pie en la panadería más cercana. El ejercicio ayuda a fortalecer tus órganos y a mantener tus sistemas internos funcionando en óptimo estado. Si haces ejercicios adecuadamente, después de hacerlos te sentirás con más energía. A veces me he sentido cansado y a punto de dejar todo. Pero por cuestiones de minuto retomo el ejercicios como hacer lagartijas, siento cómo vuelve la energía a mi cuerpo. Prueba qué ejercicios te sirven para despertar tu vitalidad y empléalos como un recurso para que tu día sea más productivo y puedas ir cumpliendo tus tareas.
8. Asegúrate de tener siempre un descanso de calidad.
A veces lo que necesitamos es parar un rato. dale una pausa a lo que estamos haciendo, un stop. Es lógico: al descansar te recuperas de la energía perdida. Cuida que tu sueño sea reparador. Si no lo es, busca hacer cambios en tu ambiente que te ayuden a lograrlo. Puedes hacer más oscuro tu cuarto, comprar unas mejores almohadas o abrir las ventanas para mejorar la ventilación y dejar todo los pendiente en el trabajo, la universidad en donde estén. "No los lleve a la cama". Procura no ver tanta televisión ni mucho menos programas de alto impacto visual ni psicológico justo antes de dormirte.
9. Libérateee
Tu aura puede estar siendo consumida por personas, situaciones o incluso propósitos que no están alineadas con tu visión de vida. estas metas del tipo “yo debería”. Asuntos o conversaciones pendientes. Eso que aun no has resuelto pero lo cual continúa saltando a tu memoria. Situaciones que no son como quieres pero has estado tolerando, a costa de tu propio bienestar. Ideas sobre proyectos o actividades que quieres realizar, pero sobre las cuales no has hecho nada todavía. Puede ser una memoria, un ciclo que permanece abierto, la idea para la cena de la próxima semana, lo que sea. Todo esto consume energía. Imagina que tu mente tiene 100 unidades de atención. Estas unidades representan tu capacidad de asignar una porción de tu energía mental para procesarlas o tan sólo recordar algo. En la medida en que esas unidades se dispersan al tener presente muchas cosas en tu cabeza, tu energía mental disminuye y pierdes el foco de lo que realmente te favorece o te importa.
Tu aura puede estar siendo consumida por personas, situaciones o incluso propósitos que no están alineadas con tu visión de vida. estas metas del tipo “yo debería”. Asuntos o conversaciones pendientes. Eso que aun no has resuelto pero lo cual continúa saltando a tu memoria. Situaciones que no son como quieres pero has estado tolerando, a costa de tu propio bienestar. Ideas sobre proyectos o actividades que quieres realizar, pero sobre las cuales no has hecho nada todavía. Puede ser una memoria, un ciclo que permanece abierto, la idea para la cena de la próxima semana, lo que sea. Todo esto consume energía. Imagina que tu mente tiene 100 unidades de atención. Estas unidades representan tu capacidad de asignar una porción de tu energía mental para procesarlas o tan sólo recordar algo. En la medida en que esas unidades se dispersan al tener presente muchas cosas en tu cabeza, tu energía mental disminuye y pierdes el foco de lo que realmente te favorece o te importa.
Identifica qué le está restando a tu energía y no te está agregando
valor. Escríbelo. Decide. Actúa. Bota. Resuelve. Negocia. Olvida.
Acepta. Al hacerlo recuperarás energía y aumentarás tu capacidad de
enfocarla en lo que te permita lograr mayor satisfacción a tus metas.
Ahora si, llegó el momento. Escribe a continuación, tus 3 ó propósitos:
En este ano me propongo
1.- _____________________________
2.- _____________________________
3.- _____________________________
Anotalos en un papel, no lo hagas en la computadora, dicen que en el papel tiene otra vibra mas positiva.
Como diría nuestro maestro Antony Robin "todas las metas deben estar escritas"
Nos vemos en el 2013 con un ano exitoso.
Se les quiere,
Miguelangel.
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