"Muchas personas han ido más allá de lo
que pensaban, porque alguien pensó que podían".
Las grandes historias y mitos hablan de un maestro
y su aprendiz: Ip Man y Bruce Lee, Martin, Morfeo y Neo, Jesús y sus discípulos. Una de
las claves de la maestría es escoger tus maestros, aquellas personas en las cuales depositarás tu confianza, que esté
dispuesta a guiarte y podrás aprender. Algunos combinan con diferentes maestros,
otros descansan en unos pocos, lo importante es que te sometas a diferentes
experiencias y trates de evitar los dogmatismos o las posturas excesivamente
cerradas. Combinar experiencias contribuirá a que ganes una mayor perspectiva.
El termino Mentor
proviene del poema épico griego La Odisea, escrito en el siglo IX a.C., Mentor
era el viejo amigo y consejero de Ulises, así como el tutor de su hijo Telémaco.
Partiendo de esta epopeya, este nombre se ha ido introduciendo en nuestro
lenguaje como sinónimo de Maestro y amigo de confianza. Mentor estaba inspirado
por los dioses griegos, y las raíces griegas de la palabra “entusiasmo”
significan “poseído por algún dios”. El
entusiasmo puede constituir una fuerza de inspiración tan poderosa que,
efectivamente, parece proceder de los dioses. El Mentor es el amigo
entusiasta, el instructor, alguien en quien fiar la confidencias, el hombro en
que apoyarse. Nadie, ni por supuesto, ningún líder, puede pretender ser
invulnerable y autosuficiente.
Te pregunto; ¿Quién ha sido tu Mentor en el
pasado?, un mentor no tiene que ser un
personaje anciano y arrugado, con una abundante barba blanca, a imagen de la
descripción hollywoodense del Dios del Antiguo Testamento. Cualquier persona
puede ser un mentor. El mejor mentor será una persona común y corriente, pero
puede no serlo. Puede que tu mentor sea un libro. Casi todos recordamos un gran
libro que ejerció un gran efecto positivo en nosotros cuando más lo necesitábamos.
Todo buen relato alberga la figura de un buen mentor.
Normalmente eliges a tus mentores, pero en
ocasiones son ellos que te eligen a ti. Por eso, hoy quiero decirte que nunca
copies a tu mentor. En lugar de ello, ayúdale a conseguir lo mejor de ti, de
modo que puedas ser más tú mismo.
Aquí te cuento una historia para explicártelo mejor:
Carl Jung trabajó durante muchos años de la mano de
su maestro Freud y ambos construyeron los cimientos de la escuela
psicoanalítica. Jung en algún momento se distanció de su maestro, pues sostenía
una visión distinta de la psicología humana, no tan pesimista como la de su
mentor y se separó el él para formar su propia escuela. Jung tomó lo que
necesitaba y consolidó su propia visión del mundo. Freud fue un gran maestro,
así mismo Jung.
Los maestros
lejos de ser perfectos son personas con muchos errores, y eso justamente es lo
que les da la ventaja, ser de carne y hueso y haberse equivocado les permite
haber aprendido y tener la autoridad de enseñar.
Muchos no hemos tenido la oportunidad de conocer a
algunos maestros que hubiéramos deseado conocer (en mi caso Tony Robbins y John
C. Maxwell), pero a través de sus obras es posible acercarse a sus pensamientos,
incluso a veces después de muertos, por ejemplo en mi caso han sido verdaderos
maestros Bruce Lee o Friedrich Nietzsche. El aprendiz absorbe conocimiento y
aporta curiosidad, preguntas y deseos de aprender.
Elige a tus
mentores
Escoge a una persona real, alguien en quien puedas
confiar, a quien puedas hablarle de tus ideas, tal vez un familiar, un amigo,
alguien que conociste en algún taller o seminario o de alguien de quien hayas oído
hablar pero no conoces personalmente. El estatus de mentor es honorable, así
que elije bien. Tienes que poder confiar plenamente en tus mentores.
- ¿Cuáles son
las personas con la que has aprendido en tu vida?
- ¿Consideras
un mentor a tu mejor amigo?, ¿Qué tanto te ha ayudado?
- ¿Tienes la
necesidad de aprender o sentirte guiado por alguien?
- ¿Qué mentor
desearías conocer y qué cosas te gustaría aprender de ellos?
¡Atrévete a
buscar a esa persona que te agregaría valor a tu vida!
¡Es el momento
de tener una Vida Plena!
Descifra
el Éxito.
Se le quiere,
Miguel Velásquez.