lunes, 5 de julio de 2010

NARCISISMO

Hola a todos,

Hoy les quiero hablar sobre un tema que nos inquieta a muchos y es nos ha llevado a mucha exploraciones para conocer la definción de Narciso; hay varias versiones sobre la supuesta existencia de Narciso, personaje muy importante de la mitología griega. Pero todas coinciden en un punto fundamental: Narciso estaba enamorado de su propia persona. Durante mucho tiempo no conoció su rostro, y se decía que, al contemplarse a sí mismo, moriría. Pero una tarde, caminando en el campo, se inclinó al borde de una fuente para beber, vió su cara reflejada en el agua y quedó enamorado de su belleza. Desde ese entonces sólo se dio a contemplarse a sí mismo, hasta dejarse morir. En el sitio donde murió nació una bellísima flor, de allí se origina su nombre: “Narciso”.

El simbolismo de Narciso es muy rico. De allí se ha formado la palabra narcisismo, que designa el carácter de las personas que no sólo aman apasionadamente su supuesta belleza física, sino también las otras cualidades que suponen tener.

La RAE define al Narciso como el “Hombre que cuida demasiado de su adorno y compostura, o se precia de galán y hermoso, como enamorado de sí mismo”, definición que se centra en el aspecto físico, pero cuando vemos Narcisismo este mismo diccionario dice: “Manía propia del narciso”. 2. “Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades y obras”, cómo podemos ver, cuando ampliamos la cobertura del término existen otros atributos que no son los físicos.

El narcisismo ha sido estudiado a fondo por Freud y otros especialistas de la conducta humana. Se le relaciona con otros rasgos psicológicos, como el egocentrismo, la autosuficiencia, el autoritarismo, el paternalismo y la megalomanía (sentimiento y superioridad que no tienen fundamentos reales). El narcisista suele centrar todas sus actividades en sí mismo, y pretende que los demás también lo hagan. En la conversación busca ser siempre el tema principal. En una reafirmación de su personalidad, que a veces linda con lo patológico, suele citarse mucho a sí mismo, pero no lo hace, como todo el mundo, mediante el pronombre personal “YO”, sino con su propio NOMBRE, como si fuese una tercera persona. Al parecer, le halaga mucho oír su nombre o su apellido, aunque sea de sus propios labios, además de que le gusta escuchar su voz. A veces el narcisismo se entrecruza con el homosexualismo, pero no siempre.

Cuántos ejemplos a la mano del narcisismo que nos invade en estos días. Caras y cuerpos “perfectos” en las portadas de las revistas. Chicas posando ante las cámaras con pronunciados escotes y diminutos trajes de baño. Los caballeros no se quedan atrás en el afán por mostrar sus biceps, tríceps que les costaron horas en el gimnasio ufff. Y qué decir del abuso en la cirugía cosmética. O de los metros sexuales con atuendos “fashion”.

"¡Cómo perdí 42 libras!" es la frase de la portada de la última revista People. Lo que quizás se ignora es que la chica que perdió todo ese peso, y lo demuestra posando en bikini para la revista.

Me pregunto ¿cómo llegamos a este narcisismo, si apenas a finales de los años 80 resurgió el tema de la autoestima para contrarrestar aquella educación represiva que hacía que las personas no se sintieran amadas ni valoradas? ¿A qué hora dimos el salto hacia el otro extremo?

Si recordamos en aquellos años el concepto de "autoestima" se introdujo por todas partes. En el colegio, Los institutos, Universidades, todos llenos de terapias y ejercicios psicológicos para que las personas ganaran la autoestima necesaria y se liberaran de complejos absurdos.

Las frases como ¡eres un tonto!,¡qué burro! o ¡no vales nada! que habían lastimado y hecho sentirse inseguros o insignificantes a numerosos niños, tenían que quedar atrás y dar paso a una educación basada en el valor de la dignidad humana. A dejar claro que jamás nadie tiene derecho a maltratar a los niños o abusar de ellos.

Más sin embargo, a 20 años de aquel intento de pensadores y educadores por corregir fallas de la educación y formación del amor a sí mismo ha tomado otro rumbo, se ha ido al extremo.

Al Extremo Opuesto

Hemos llegado a un narcisismo o egotismo (como ya lo llaman algunos autores) que más allá de valorarnos como personas, nos ha llevado a caer en una excesiva admiración de las propias cualidades.

Y es que ahora ya no se habla de la autoestima como la necesidad de tomar conciencia de nuestro valor como personas, sino más bien como un combustible que necesitamos para sentirnos bien y mejorar el nivel de nuestra vida.

Aquellas humillantes frases de ¡tú no vales nada! o ¡eres un tonto!, se han ido sustituyendo por otras como ¡soy único, especial y maravilloso!, ¡no hay nadie como yo!, por citar algunas nuevas expresiones, Por Diossssss!!!!

Es por eso que en los últimos años, ha aumentado el número de personas obsesionadas por el culto al físico, o que dependen de las aprobaciones, aplausos o felicitaciones para ser felices.

Por ésto y más, dos sociólogos norteamericanos publicaron el libro “The Narcissism Epidemic” (La epidemia del Narcisismo) en el que han denunciado como una auténtica plaga la obsesión por la propia persona, y el afán de protagonismo que cada día se extiende más a través de los recursos mediáticos para la autopromoción. El Ejemplo lo manifiestan estos personajes: Cristina Kirchner, Adolfo Hitler, Cristiano Ronaldo, Luis Miguel, James Bond, Jhonny Bravo y muchos más por nombrar…

¿Por qué Narciso No Sabe Amar?

Dicen algunos autores, que las personas con sana autoestima tienen una buena opinión de sí mismas, pero conservan además el sentido ético y del amor por los demás que no puede conservar un narcisista a causa de la excesiva admiración de las propias cualidades. Y esto los condena además, a unas verdaderas relaciones sociales, laborales y familiares necesariamente problemáticas.

En fin, el punto es que la autoestima es importante para generar la seguridad y confianza personal, pero cuando no la tenemos bien clara se corre un grave peligro: cerrar los ojos a las necesidades de los demás para convertirse en seres soberbios y llenos de amor propio, que piensan únicamente en sobresalir por encima de todos.
Sólo queda preguntarnos: ¿Cómo hacer para no confundir la autoestima con el narcisismo?

No hay otra, más que los padres y educadores pongamos manos en el asunto de este tema tan crucial.

Eso es todo por hoy,

Nos vemos el próximo post "Complejo de Superioridad"

Hasta la Próxima!
Miguel Angel.